miércoles, 26 de mayo de 2010

Jim Morrison: una leyenda


El otro lado de la música rock es la aceptación de ídolos que nunca mueren para la historia. Cantantes idolatrados al punto de convertirse para las mujeres en dioses cuando en la tumba de éstos llegan al punto de recostarse, llorar, gemir y a veces desnudarse sólo con el hecho de pensar en la imagen del “Apolo” del rock and roll. Y es que tanto para las damas como para los caballeros amantes de The Doors no pasa desapercibido nunca el tema de su vocalista Jim Morrison. Un hombre que se caracterizó por ser el símbolo de la rebeldía de la Costa Oeste estadounidense a comienzos de los setenta. Los escándalos por el abuso del alcohol y las drogas no le permitían a Jim terminar sus presentaciones en vivo y el cierre que recuerdan sus fanáticos de estos conciertos era un “coitos interruptos” por la intervención de la autoridad policial que sacaba esposado a Jim y arruinaba la noche de miles de seguidores.
Grandes clásicos del rock hace un homenaje a la vida y obra de este músico por quien muchas rockeras suspiran cuando observan su rostro en el afiche de sus casas, la portada de un libro o en algún bar que frecuentan. "Light My Fire", "Touch Me", “L.A Woman” y “Riders on the storm” son algunos de los temas favoritos del llamado “Rey lagarto” de quien se han escrito innumerables biografías e historias. Para este servidor lo defino como un personaje que canta en otro canal y escribe en otro planeta porque nadie podrá emular el ritmo y la voz de Morrison ni tampoco superar la vocación que tuvo el artista por la poesía sombría y oscura. De hecho su obra más famosa es: “Una plegaria americana y otros poemas”.

Si está ávido de conocimiento sobre esta nueva publicación del caballero negro no se despegue ni por un segundo de la biografía de James Douglas Morrison a quien si bien no conocí porque en el año de su muerte mi madre apenas estaba cerca de darme a luz sí admiro por todo lo que aportó a la historia del rock and roll; así muchos dinosaurios enchapados a la vieja usanza de la sociedad tradicional lo tachen de estrafalario, loco, drogadicto y cuanto apelativo hay para un bohemio genial.

Cuando le preguntaron sobre su familia respondió con una sola palabra: "Muertos".

Posteriormente, en 1969, Morrison desdramatizó esa respuesta con una inocente explicación: "Simplemente no quería implicarlos... Supongo que lo dije bromeando, creo que es muy fácil informarse sobre los detalles personales si realmente se quiere."

James Douglas Morrison nació el 8 de Diciembre de 1943 en Melbourne, Florida. Era hijo de un Almirante de la Marina de los EE.UU. Cuando tenía 4 años, viajando por Nuevo Méjico con su familia, pasaron por delante de un camión accidentado, alrededor del cual, yacian varios indios muertos. Este hecho le marcaria profundamente, tal y como Oliver Stone retrató en su biopic The Doors. El propio Jim Morrison llegaría a decir que el espíritu de un Chaman indio atravesó su cuerpo.
"Eso es lo que era Jim, un Chaman, un Chaman electrizante" Ray Manzarek, teclista de los Doors.

A mediados de los 60, el joven Jim Morrison conocería, en la Universidad de Los Ángeles, a Ray Manzarek, estudiante de Cine como el. Junto al guitarrista Robbie Krieger y el bateria John Densmore fundaron el grupo "The Doors". El nombre del grupo lo tomaron de la cita de William Blake "Cuando las puertas del percepción se abren, la realidad aparece tal y como es". Jim, se encargaría de crear las letras de las canciones, inspirado en poetas y filósofos existencialistas tales como Rimbaud, Nietzsche, Blake y otros.

Las letras de los Doors se caracterizaron por su descaro y sobretodo, su erotismo. En 1967, el primer disco de los Doors vió la luz. La canción "The End" con letras como "Padre, quiero matarte/ Madre, quiero follarte" convirtieron al grupo en referencia obligada del Underground de Los Ángeles. Pero fueron canciones como "Light My Fire" o "Touch Me" las que auparon al grupo a los primeros puestos de la lista de ventas. Jim, pasó a convertirse en un icono de lo prohibido, tanto para quinceañeras como para hippies. Sus pantalones de cuero, su melena, y sus eróticos movimientos causaron furor entre el público femenino.

El grupo comenzó entonces a resquebrajarse. Las continuas borracheras de Jim y el abuso de las drogas hicieron mella en su cuerpo, pasando de ser, en poco más de dos años, un sex-symbol a convertirse en un borracho gordinflón con carraspera. La gota de agua que colmó el vaso fue la detención de Jim en un concierto, donde apareció completamente borracho e insultando a los policias. Después de esto, Jim se fue con su mujer Pamela a Europa. La noche del 2 de Julio de 1971 en París, tras ir al cine con su esposa, Jim comenzó a encontrarse mal. Ya en la habitación del hotel, decidió tomarse un baño para ver si le pasaban las molestias. Pamela se lo encontró muerto poco después. La versión oficial dijo que murió de un ataque al corazón. R.I.P. Describir a un hombre tan complejo he idolatrado, como Jim Morrison, líder y vocalista del grupo The Doors, es una tarea peligrosa, y siempre a bordo del abismo del mito.

Descripciones de su niñez se pueden encontrar en algunas canciones, como THE END, CHANGELING, PEACE FROG o en su poema AS I LOOK BACK, todo esto moldeo la personalidad de Jim Morrison. Pero ninguna experiencia lo marcaría tan fuertemente, como ver morir a orillas de un camino en nuevo México a un grupo de Indios Navajos (esta escena esta magistralmente registrada en el Filme de Oliver Stone sobre The Doors).
El alto coeficiente intelectual de Jim el cual era de 149, este coeficiente se reflejaba en los tipos de libros que leía Jim, iban desde la colección completa de Nietzche hasta autores como Huxley, Kerouac y Rimbaud. Este pasatiempo lo completaba con sendas borracheras con sus amigos de la escuela. En la universidad curso estudios de historia del arte, teatro, puesto que su meta era estudiar cine en UCLA. En esta universidad conoció a personas como Phil Oleno y Jhon de Bella, quienes cambiaron la vida de morrison para siempre.

Este grupo de amigos, ávidos lectores y bebedores estudiaron el shamanismo, crearon la teoría del rumor verdadero, La cual consistía en que la vida no era la excitante y romántica que debería ser Actitud muy común en los jóvenes de los años 60. Precisamente fue Phil quien le presenta a Ray Manzarek, Ray le propone formar una banda, más Morrison replica que no tiene habilidad con los instrumentos, Manzarek, le propone presentarse simular que toca y listo, al fin todo era parte del rumor verdadero. Jim Toco algunas veces con ellos pero aun no era el momento para The Doors.

Jim busco en el cine la salida a su habilidad creativa, mas esta fue mal interpretada, y Jim Dejo la universidad, Este hecho lo llevo a otro encuentro con Manzarek en la playa de Venice en 1965, la magia nació entre ellos cuando Morrison recito uno de sus tantos poemas eran las estrofas de Moonlight Drive. En este momento nació el grupo a pesar de que los demás integrantes no tenían el peculiar estilo de Jim.

La música Floto, los poemas de Jim eran acoplados a notas producidas en los teclados de Ray. Este era el momento del mito, en una reunión tomaron el nombre de THE DOORS en alusión a la cita de William Blake la banda quedo conformada con MORRISON(Voz), Manzarek(Teclado), Kriegger(Guitarra), Densmore(Batería), hasta ese momento la idea de ser músico, no era atractiva, más el momento se presento y Jim no lo desecho, pero aun no habían recibido su bautizo tocando en vivo.

La noche del debut en el Whisky A GO GO fue un desastre, nadie vino a verlos, el desastre de esa noche los llevo a tocar en clubes de baja reputación, el dinero escaseaba y Jim se preocupaba más en las mujeres y en la droga.

Uno quisiera pensar que una banda como The Doors, llamaría la atención inmediatamente, y tendrían contratos millonarios, pero encontrar una empresa que los reclute no fue una tarea fácil, varios los rechazaron, entre ellos el productor de los Beach Boys, El manager de The Mamas and The Papas, e inclusive el manager de los Rolling Stones, finalmente Jack Holsman presidente de la entonces pequeña empresa discográfica elektra que los había rechazado 4 veces, decidió llevarlos al estudio y grabar un disco, La leyenda indica que fue después de una presentación en que Jim Lanzaría la grosería contra su madre, y su padre.

El primer disco fue llamado The Doors en este disco se incluyo THE END, BREAK ON TROUGH y LIGHT MY FIRE. El disco fue lanzado en 1967, con el single de Break on Trough, el siguiente fue Light My Fire, el cual en menos de tres semanas se volvió numero uno, y Jim festejo el éxito comprándose un pantalón de cuero negro, el cual seria su uniforme "oficial" desde entonces.

El éxito afecto a Jim, Puesto que su desenfreno y su adicción a las drogas y a las mujeres, trajo serias complicaciones a la banda, en esta época los estados unidos, era una sociedad extremadamente conservadora y las actitudes de Jim eran una provocación a los valores norteamericanos.

Las canciones como People are Stranged, devela su enfado cuando canta, "Cuando eres un extraño, nadie recuerda tu nombre, La gente es Extraña Cuando tú eres extraño", pero lo que más le dolió, fue pasar inadvertido, por que Jim Se consideraba un Adonis, Un Shaman Sexual, Cuya misión era dar satisfacción a todas las mujeres, por eso cuando canta, "Las mujeres son malvadas cuando no eres deseado", fue un grito de enojo contra Europa. Norteamérica era su santuario, Y solamente en casa era apreciada y deseado.

Las presentaciones invariablemente terminaban en escándalo, ya sea por que Jim estaba ebrio o drogado, y no aguantaba todo el Show o por que provocaba a la audiencia. Una vez en New Haven, llevo a una chica detrás del escenario (Como todos saben es su esposa, se caso con ella en una ceremonia de Brujas, en la que se incluía drogadicción y toma de Sangre Humana), Cuando la policía que revisaba este sector en busca de Personas que atentaban la moral, el policía no lo reconoció, y le increpo para que se comporte y salga de ese sitio, Jim Empezó a insultarlo, Fue suerte que no termine ese momento en la cárcel, Por que los productores al escuchar los gritos abogaron por el. Más la historia no acabaría ahí Por que apenas subió al escenario, se mofo de los pequeños hombres de azul (Refiriéndose a los Policías), esto no fue soportado por las autoridades y fue inmediatamente detenido.

En otras oportunidades jugaba con el publico, haciéndoles esperar minutos por estrofa. Cierta vez en la universidad de Nueva York mientras cantaba THE END, interrumpió la canción justo antes de lanzar la grosería contra su madre, espero alrededor de cuatro minutos, el publico gritaba para que completase la canción, finalmente cuando la tensión en el publico era evidente, completo la famosa frase, Jim Comentaba que a la gente le gustaba asustarse por que es una experiencia similar al orgasmo una experiencia limite, cuando el publico esta por estallar lo dejo ir.
Las presentaciones de Jim Morrison, eran un espectáculo en si puesto que a media canción entraba en trance y recitaba sus poesías o bailaba como un salvaje, con el micrófono como Tótem.

Las puertas del éxito estaban completamente abiertas y el dinero entraba a raudales, los siguientes discos Waiting for The Sun en 1968, The Soft Parade en 1969 y Morrison Hotel n 1970 fueron duramente criticados por que de acuerdo a los expertos no tenia la misma fuerza de los anteriores. En definitiva estos discos estos discos contienen canciones que son las más comprometidas que Morrison Haya escrito, como Five to One (que incrimina a las viejas generaciones), Unknow Soldier(En contra de los desastres de Vietnam), Wild Child(Cancion personal dedicada a sus mujeres), y The Spy(Dedicado a su único amor Pamela Courson).

Más no importaba a los fanáticos si el disco era bueno o malo, lo que los lleva a los conciertos, era el descontrol y la falta de respeto a la autoridad, es entonces, que la gente recuerda a Jim como el cantante loco que bailaba como Sioux, el que se mofa de los policías, el que proclama Amor, Sexo, Drogas, y Rock n Roll.

Pero todo exceso lleva a un momento trágico, el punto trágico, el punto final fue un concierto en Miami, donde en una parte del Show mostró sus genitales al publico. Esto lo hecho lo llevo a que se le instaure un juicio penal por expocision indecente, y luego de una alta fianza pudo apenas salir del estado.

Mientras se tramitaba el juicio en Miami, se alcanzo a lanzar su ultimo disco de estudio, L.A. Woman en 1971 que contiene canciones como Riders On The Storm, The Wasp (Texas Radio and the Big Beat) y L.A. Woman. La sensación de que era un álbum de despedida se sentía en las peleas entre los integrantes y la inminente condena en Miami les presenta el Fin de La banda.

La corte penal de Miami dictamina la culpabilidad de Morrison, Jim que se encontraba en Inglaterra en el concierto de la isla de Wight, cuando recibió la noticia. La decisión fue instantánea y se mudo a París a fin de evitar la decisión de la justicia. Es en parís donde encontrara tiempo para escribir su poesía entre los libros que quedaron para la posteridad se pueden resaltar: The lords, The New Criatures, An American Prayer, y Wilderness: The lost Writting Of Jim Morrison, An American Prayer, es el unico que escribe en esta época.

En París se lo podía encontrar bebiendo en los pequeños cafés Parisinos, Cierta Vez un joven de la embajada americana lo encontró en un café llamado Astroquet, lo que más le impresiono era lo demacrado que estaba y lo mucho que fumaba.

La casa donde pasaría sus últimos días se hallaba en le Marráis cerca de la Bastilla. Este departamento lo compartía con su esposa y compañera Pamela Courson.

El Fatídico 3 de Julio de 1791 nunca quedara claro, la leyenda y el mito duraran para siempre, Lo que sí se sabe es que en la noche Morrison Vomito Sangre(no era la primera vez) y se fue al baño, Pamela no le dio importancia hasta que alrededor de las cinco de la mañana busco a su esposo y lo encontró en la bañera con la cabeza echada hacia atrás.

Es importante resaltar las versiones que hay de su muerte, los fanáticos dirán que fue un paro cardiaco, lo que no son muy allegados dirán que SU corazón deja de latir por años de consumo de Drogas, Pero la gente que pertenece a la comunidad cristiana, y sabe quien es Jim Morrison jurara que murió ahogado en su vomito por que así lo dice en su librito.

La historia de la muerte de Jim Morrison nunca se esclareció, por que Pamela, la única testigo murió al año siguiente, de una sobredosis, la tumba de Jim esta en el cementerio parisino de Pere Lachaise, una ciudad mortuoria de más de 200 años en el se alza un busto, donde descansa el poeta del fin.

El rumor verdadero nos dice que Jim Sigue vivo, escondiéndose en los pequeños cafés de París, al final cada cual puede pensar lo que quiera y hacer lo que lo haga feliz....

CUANDO LA PUERTA DE LA VIDA SE CIERRA...

¿Cómo Murió Jim Morrison?

El viernes 2 de julio, Alan Ronay invita a cenar a Jim Morrison y Pamela Courson, visiblemente preocupada por la extraña actitud de Morrison ensimismado y silencioso como pocas veces. Llevaba mucho tiempo bebiendo y ahora intentaba dejarlo de una vez por todas.

Morrison apenas habló durante la cena y después de dejar a Pamela en su apartamento, se fue solo al cine a ver Venganza, una película protagonizada por Robert Mitchum, que Alan Ronay le había recomendado.

A partir de ese momento comienzan las contradictorias hipótesis acerca de lo ocurrido aquella noche. Algunos dicen que se fue al Rock n Roll Circus tan deprimido que compró algo de heroína y se pegó una sobredosis en el lavabo del club, y una vez cadáver le sacaron por la puerta trasera y le dejaron en su piso, dentro de la bañera. Otros dicen que dejó a Alan y Pamela y se fue directamente al aeropuerto, donde le vieron subir a un avión. También pudo pasarse toda la noche paseando. O quizá vio la película y después volvió al piso, donde se sintió indispuesto y dijo que iba a darse un baño. Esta es la versión más extendida hasta el momento en que Pamela Courson afirma haber encontrado a Jim Morrison muerto en la bañera de su apartamento, la madrugada del sábado día 3 de julio.

¨¿Cómo murió? Según la versión oficial, Morrison había regresado a casa aquella madrugada después del cine y, tras sufrir un ataque de tos que le hizo escupir sangre, decidió darse un baño. Ella volvió a dormirse y cuando se despierta a las cinco de la madrugada encuentro a Jim dentro de la bañera, con los brazos descansando sobre los bordes de porcelana, la cabeza hacia atrás, el pelo largo y mojado enmarañado, y una sonrisa infantil en la cara bien afeitada. Al principio Pamela pensó que se trataba de una de sus bromas macabras, pero inmediatamente llamaba a la unidad de resucitación de los bomberos. Después llegó un médico y la policía, pero ya era demasiado tarde.

Así luego de una trágica síntesis uno puede inferir que jamas se sabrá la verdadera causa de la muerte de Jim Morrison, Sin Embargo El rumor Verdadero.....

"Cuando las puertas de la percepción se despejen, el hombre verá las cosas como son en realidad, infinitas" William Blake.

________________________________________ "No importa cómo muriese Jim. Tampoco importa demasiado que nos dejase tan joven. Lo único que importa es que Jim Morrison vivió, y que vivió con la meta que el nacimiento propone: descubrirse a sí mismo y el propio potencial. El lo hizo. La corta vida de Jim habla con claridad. Nunca habrá nadie como él" Daniel Sugerman.

________________________________________ "Espero que sea recordado no sólo como cantante de rock y poeta, sino como un dulce ser humano. Era la persona más afectuosa, más humana y más comprensiva que yo haya conocido. Esto no era siempre lo que la gente leía acerca de él, pero así era el Jim Morrison que yo conocí y que sus íntimos amigos vamos a recordad." Bill Siddons, mánager.

UNA CRONICA

El testamento del lagarto

CÉSAR ARÍSTIDES

Personalidad destacada del rock norteamericano de los años sesenta y setenta, Jim Morrison no sólo es el emblema carismático del músico en búsqueda constante de una percepción magnífica, hechizante y llena de dinamismo. Cuestionado por quienes lo sitúan en el contexto del fracaso, alabado por los adoradores del suplicio consumado, la ingestión reveladora y la intoxicación que justifica los miedos, James Douglas Morrison representa una de las cimas expresivas de quienes forjaron la “cultura” de los sesenta y un temperamento interrumpido por la fatalidad, a la que tentó/atentó, socarrón y desquiciante. Los Doors eran Morrison: a su muerte, la lengua del Rey Lagarto secó todas las expectativas de los demás músicos, y los intentos por agrandar la leyenda fueron en vano.

Cuando el lector enfrenta la poesía de Morrison, o más bien los apuntes que prometían ser algún día una serie de versos nerviosos, cobijados por las mantas narcóticas, exquisitas, aunque también turbulentas y llenas de dolor de la generación beatnik, debe atender forzosamente una locura impredecible y multicolor, reflejada abiertamente en la influencia suprema del cine y su corazón mecánico de renovación. De una cosa estamos seguros: el artista, específicamente el cantante, es capaz de seducir, contrariar, aletargar o sacudir con sus interpretaciones; se vale de una actitud musical —ritmo y letra— desafiante, de una representación teatral provocadora bajo los dictados de un demonio poderoso. Es reconocible el trabajo de Morrison en las composiciones más célebres de esta banda norteamericana de la costa oeste; pruebas irrefutables y celebradísimas son “The End”, “The Celebration of the Lizard”, “Shaman Blues”, “Roadhouse Blues” y “Wild Child”, entre muchas más, y aunque los otros miembros del grupo colaboraban con igual intensidad —particularmente Krieger, en las letras—, el peso del cantante originario de Melbourne, Florida, siempre fue determinante.

Diversos problemas judiciales y una racha de inestabilidad emocional hicieron que Morrison dejara sus puertas transgresoras para irse a París y dedicarse a una pasión exigente y seductora: la poesía.
Nunca, sin embargo, pudo desarrollar totalmente sus cualidades ni lograr un poemario consumado; dejó, eso sí, una serie de avisos que definen el escepticismo de su generación, un guiño permanente a la muerte, el regocijo sensual con el recuerdo de las mujeres amadas e idealizadas, una semblanza de su infancia —breve, inquietante—, acotaciones sobre el voyeur y el cinematógrafo, la exaltación del séptimo arte y un deseo de escapar, huir, alejarse de la barbarie del progreso, recurrir a la alucinación para olvidar la presión paternal-militar, el desencanto de la ciudad caótica. Como en un cuadro de Giorgio de Chirico en el que figuras de madera pueblan ciudades de pesadilla o una realidad inexplorada, Morrison lucha en sus intentos poéticos por establecer una bandera de ensueños o fundar un territorio menos hostil en este cuadro lleno de miedo, desencanto y decadencia. Si en la obra de De Chirico el panorama concentra una belleza inefable y cruel, seductora por el pánico de la soledad, en la poesía de Morrison esta belleza se transforma en paraje delirante, zona de riesgo, para situarnos siempre en una geografía desolada. Seguramente el cantante conocía cabalmente la sentencia de Allen Ginsberg
—“Yo vi las mejores mentes de mi generación destruidas por locura/ sufriendo fríos hambres histéricas desnudas,/ drogándose en calles negras por la aurora...”—, y una vez aprendida la lección sólo restaba exprimir la teoría, escupirla, destrozarla.

Es cierto, Una plegaria americana y otros poemas es una ventana con vidrios rotos y manchados, de colores sombríos, y asomarse a ella entraña el riesgo de cortarse o de no encontrar más que manchas o gestos confusos: textos inacabados, con párrafos muy malos que no vale la pena citar y versos de gran calidad salpicados en apreciaciones, conceptos vertidos azarosamente, intuiciones y deseos, muchos y fervientes deseos de hacer una poesía digna. Pero muy lejos se encuentra Jim Morrison de conceder un poema fulminante, lleno de tenacidad, conmovedor, transgresor, como él lo hubiera deseado. Surgen claves en “Oda a los ángeles pensando en Brian Jones muerto” y “La celebración del lagarto”, porque en “Una plegaria americana” y “Las nuevas criaturas” son lugar común el entusiasmo, el encabalgamiento, una sucesión de anhelos y latigazos convertidos en ideas mal encaminadas, impresiones sin furor ni fortaleza expresiva. En el caso de “Los señores. Notas sobre la percepción de imágenes” la suerte es la misma: intentos, un borrador, el esquema para una versificación venturosa, lamentablemente inacabada, sin la malicia, la destreza y el oficio del poeta. Jim Morrison escribió para los Doors muchas canciones impecables, de antología, de gran vigencia; pero en cuanto al intento de escribir poesía la experimentación es otra cosa, el talento es de otro tipo, la paciencia y el rigor no perdonan. Una plegaria americana... vale la pena por la nostalgia y la seducción acechante del Rey Lagarto; entenderemos parte de su visión desmadrosa del cosmos y podremos saturarnos de un mundo a punto de estallar, de una copulación ruidosa, un encantamiento salvaje en el corazón de las ciudades inclementes. Pero no más.

Jim Morrison, Una plegaria americana y otros poemas.
Traducción de Ana María Moix.
Plaza & Janés, Barcelona, 1998, 105 pp.

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